lunes, 18 de marzo de 2019

¿Cómo preparamos un debate?

Después de haber formado los equipos, iniciaremos la preparación de los debates propiamente dicha.
El primer aspecto básico, y que en ningún caso puede fallar, es un buen dominio del tema sobre el que se va a debatir. Para ello es inevitable llevar a cabo un buen proceso de documentación.
Una vez se conoce el tema sobre el cual se debatirá, la primera tarea a realizar por el equipo es obtener documentación sobre el mismo. Esta fase es fundamental para la construcción de una buena línea argumental, por lo que debe prestársele especial atención. Contar con un conocimiento profundo del tema aportará seguridad al orador, ya que tener datos reales en los que basar la argumentación dará contundencia y fuerza expresiva a su mensaje. Asimismo, reducirá el riesgo de que el equipo contrario pueda desbaratar sus argumentos.
Es conveniente que cada equipo cuente con una metodología a la hora de realizar la investigación. Hay que plantearse distintas fases:
– Planificación
– Búsqueda y tratamiento de la información
– Organización de la información
1. Planificación del trabajo a realizar. Dedicar cierto tiempo a reflexionar acerca de cómo realizar el proceso de recogida de materiales es fundamental. Nunca se tratará de un gasto, sino de una inversión, ya que una buena planificación ahorrará gran cantidad de esfuerzo y ayudará a clarificar las ideas. Los puntos a tener en cuenta serán:
– Conocimientos previos sobre el tema
– Información que necesitamos obtener
– Fuentes a las que recurrir
– División del trabajo
– Conocimientos previos sobre el tema:
– Reflexión individual.
Cada miembro del equipo analizará los conocimiento que posee sobre la cuestión, su opinión, y los motivos que justifican esta opinión.
– Puesta en común de los conocimientos personales.
Permitirá conocer los aspectos en los que es necesario profundizar durante la investigación. Este punto es importante con el objeto de evitar duplicar esfuerzos y encontrar sinergias.
– Información a conseguir.
Es conveniente obtener información diversa para fundamentar las exposiciones. Así, se debe conseguir tanto información cuantitativa (estadísticas, estudios) como cualitativa (citas, anécdotas, ejemplos). A pesar de que la información primaria (elaborada por el propio investigador) resulta muy valiosa, requiere mucho tiempo de recolección y procesamiento, por lo que se suele utilizar información secundaria.
– Fuentes que consultar:
Los lugares y personas de las que obtener información pueden ser tan abundantes como cada uno imagine. Siempre deben consultarse diferentes fuentes (no sólo para obtener mayor cantidad de información, sino también para verificar datos), pero hay que considerar que el tiempo es limitado y nunca dará tiempo a consultarlas todas. Bibliotecas, centros de documentación de la universidad, publicaciones especializadas, archivos, etc. son las primeras fuentes a las que se suele recurrir. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la originalidad y actualidad de los datos son un factor muy importante. Así, es conveniente recurrir a Internet, hemerotecas, realizar entrevistas personales (a empresarios, ONGs, etc.)
– División del trabajo.
La cantidad de información disponible sobre cualquier tema es tan abundante que desbordaría a cualquier persona que pretendiera encontrarla y procesarla por sí sola. Siempre contando con una buena coordinación, todo el equipo debe implicarse en la búsqueda de información, y para optimizar el trabajo es conveniente un reparto de tareas, que puede realizarse siguiendo distintos criterios:
– por áreas o tipo de información a buscar
– en base a la facilidad de acceso a las fuentes
En este apartado tiene un papel importante la red de colaboradores de cada equipo.
2. Búsqueda y tratamiento de la información.
– Acumulación de la información
– Selección, análisis y síntesis de la información
– Acumulación de la información. Basándonos en los conocimientos previos y las ideas que éstos nos han sugerido, procederemos a la recopilación de datos propiamente dicha. Siguiendo un criterio metodológico, se debe intentar encontrar toda la información relevante posible. Se necesitan gran cantidad y variedad de datos, de distintas fuentes y fechas, que nos permitan tanto argumentar A Favor como En Contra sobre el tema. Hay que fijar una fecha límite para dejar de recoger información y empezar a construir las argumentaciones. Considerando este hecho, se realizará una primera discriminación en función de los contenidos de las obras consultadas (índice o titulares, en caso de noticias de prensa). Siempre se corre el riesgo de dejar información que podría resultar de gran ayuda, pero desde la planificación y la relación de fuentes que se ha decidido consultar pueden desarrollarse criterios de selección altamente fiables.
– Selección, análisis y síntesis de la información relevante. No toda la información que en un primer momento podía parecer interesante resultará útil a la hora de preparar el debate, de modo que habrá que descartar aquellos materiales que puedan desviar nuestra atención del objetivo que se persigue. Debe hacerse una selección más profunda a través de un análisis crítico para encontrar la información realmente relevante y agruparla, de forma que nos sea más fácil su tratamiento. En general, la información debe reunir las siguientes características:
– Veracidad
– Actualidad
– Relevancia
– Interés
3. Organización de la información. Toda la información utilizada para elaborar los discursos debe estructurarse con dos fines:
– facilitar su tratamiento durante la preparación del debate
– permitir la consulta de datos durante el propio debate
Hay distintas maneras de organizar la información. Aquí hablaremos de las fichas.
– Las fichas. Son un importante instrumento de consulta, ya que contienen la información fundamental obtenida de cada fuente. Estructura de una ficha bibliográfica: Esta estructura básica se puede adaptar a otro tipo de fuentes: artículos de prensa, reportajes de televisión, entrevistas personales… Siempre debe realizarse de la manera que resulte más cómoda para aquellos que van a utilizar esa información. El contenido debe limitarse a una información muy concreta (datos numéricos, citas, etc.), y es aconsejable que cada ficha incluya el nombre de la persona que consiguió esa información, para posibles consultas posteriores. Para poder buscar información durante el debate de manera ágil, las fichas deben estar ordenadas y organizadas en un fichero que cuente con una primera ficha-índice. Una sugerencia es agrupar las fichas por áreas o bloques de argumentos y establecer un código diferenciador (alfanumérico, por colores, etc.).
Además, si las fuentes utilizadas son diferentes, pueden tenerse dos ficheros: uno para la postura A Favor y otro para la argumentación En Contra. En cuanto al fichero, el lugar en donde ubiquemos las fichas debe ser manejable. En el caso de utilizar un sistema electrónico, este problema estará solucionado por cualquiera de las bases de datos habituales.


Partes de un discurso

1.- EXHORDIO:
  • Captar la atención.
  • Captar la benevolencia.
2.- ANÁLISIS DE LA PROPOSICIÓN
3.- ANTICIPACIÓN
4.- DESARROLLO DE LOS ARGUMENTOS
5.- REFUTACIÓN:
  • Contraargumentar defendiendo nuestros argumentos y atacando las posturas contrarias.
  • Siempre un punto más de ataque que de defensa.
  • Tiene que mantener la estructura del discurso: JUICIO – ATAQUE – CONCLUSIÓN
  • Se pueden plantear preguntas.
6.- CONCLUSIÓN:
  • Debe empezar y acabar con un exhordio.
  • Sin preguntas ni datos nuevos
  • Debe recapitular fases anteriores
  • Argumentar implícitamente que hemos ganado

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